Llevaba corriendo, alejandome de mi hogar desde hacía dos días, me estaban persiguiendo, lo sabía, lo podía sentir. Un hada siente esa clase de cosas. Había quedado en encontrarme con Daisuke en Hornstorrn, estaba a unos pocos kilómetros de allí. Ya casi lo tenía.
A pesar de que me aterraba el hecho de irme del que había sido mi hogar desde hacía 21 años, me encantaba el saber que estaría con Daisuke y que ya nada nos separaría, ya no había barreras ni obstáculos. Además no sé de que se quejaban. Al fin y al cabo, había sido cosa suya que nos conociesemos…
Había salido a coger moras al bosque, pues así me lo había pedido mi madre, era muy temprano, estaban empezando a salir las primeras luces del alba. Me había alejado del bosque porque las moras crecían apartadas y mientras iba sumida en mis ensoñaciones vi a un hombre tirado en el suelo, cubierto de sangre. Sin pensarmelo me acoqué corriendo hasta él. Había una de dos, o estaba muerto o estaba inconsciente. Le tome las pulsaciones y pude ver que estaba inconsciente. Le miré las heridas, parecían graves, pero tenían solución. Salí corriendo hacia la aldea y fui a por los dos primeros hombres que encontré.
- ¡Rápido, rápido! Hay un hombre que se muere.
Se alarmaron mucho y me siguieron hasta donde se encontraba el hombre.
- ¿Veis? Está herido, hay que ayudarle.
- Sí, claro. Nosotros le llevaremos. Tú ve a la aldea y avisa en la enfermería.
Asentí y me marché corriendo. No quería que a aquel hombre le pasara nada. Avisé en la enfermería de que dos hados traerían a un hombre que había encontrado herido en la aldea. Yo misma era una de las enfermeras así que me ocuparía de él. Fui a mi casa para avisar a mi madre de que no había recogido las moras y de que hoy trabajaría extra en la enfermería, por lo sucedido. Cogí el uniforme y me dirigí a la enfermería, cuando llegué ellos ya estaban allí, así que sin cambiarme ni nada empecé a lavar sus heridas. Ordené a todas las personas que no fuesen del centro que se marchasen, pues no le hacían ningun bien y me puse a curar las heridas. Cuando tres cuartos de hora después terminé y me iba a retirar para dejarle descansar él abrió los ojos.
- ¿Do… Donde estoy?- Me miró con cara de confusión.
- En la enfermería de
- ¿Hadas?Mierda… Bien, gracias. Estoy un poco magullado pero me encuentro bien. ¿Cómo me han encontrado?
- Esto… verás, estaba recogiendo moras y te vi tirado un poco más allá de aquí, asi que volvi y busqué a alguien que te pudiese llevar, yo misma me he ocupado de curarte y limpiarte las heridas.
- Vaya, gracias. Te debo la vida, ¿Cuál es tu nombre?
- Izumi. ¿Y el tuyo?
- Mi nombre es Daisuke.
A partir de entonces, yo era la unica que me ocupaba de él, y además era la unica a la que él soportaba. Cuando se curó, siguió viviendo aquí, y quedabamos muchas mañanas y me ayudaba a hacer las tareas que mi madre me encomendaba. Pero todo cambió aquel día… Ese día debería ser el más feliz de mi vida, pero no lo fue…
Había quedado con él para ir a por frambuesas y a medio camino me dijo que pararamos a descansar.
- ¿Te encuentras bien, Dai?- Le pregunté acongojada.
- Claro pequeña, a mí es difícil verme como tú me encontraste. Es sólo que… quería hablar contigo- Me miró con pena en los ojos y me esperé lo peor.
- ¿Qué pasa Daisuke?-Solo le llamaba por su nombre completo cuando hacía algo mal.
- Verás, pronto me tendré que ir de aquí a Hornstorrn, pero me cuesta irme. De hecho me tendría que haber marchado hace mucho, pero el tiempo que paso contigo, nunca es el suficiente, siempre quiero más. Izumi, lo que quiero decirte es que te quiero, te he querido desde siempre, desde el día que me encontraste en el bosque y cuidaste de mí. Pero nunca había pensado decirtelo, hasta que me he dado cuenta de que mi partida es inevitable. Asi que…- Se sonrojó levemente- ¿Querrás acompañarme en condición de ser mi esposa? Por supuesto hablaríamos con tus padres antes de nada.
- Dai… Esto es…- No tenía palabras para poder explicar aquello.
- No pasa nada, no te preocupes.- Me había malinterpretado- Lo siento por pedirtelo.
- Dai… Tontorron… Claro que quiero irme contigo y casarme y estar contigo. Te amé desde el primer microsegundo que te vi.
Nos besamos y pusimos rumbo a mi casa. Allí se lo conté a mis padres y no les pareció mal. Todo se organizará en
Y allí estaba de camino a ver al hombre más maravilloso del mundo, cuando alguien me agarró por la espalda.
- Dios, Izumi, te echaba tanto de menos.
en serio la istoria mola
ResponderEliminarBueno, bueno, dejadme que yo critíque la historia.... veámossssssss....
ResponderEliminar¡¡¡De puta amdre, Barbaruxi, mola un huevo de pato cojo!!! Amos, que sigas, que no lo dejes que voy a seguir leyendo hasta que mis ojos parezcan dos orejones XDDDDD
mola mas que eso, mola mas que un huevo de un pato tetraplejico ciego sordomudo desplumado sin dinero (el 2ºen el rango)
ResponderEliminarJejjee, gracias chicos. ^-^
ResponderEliminarAhora me ppongo con el cuarto capitulo